El deseo de Jeffrey de conectarse con otras personas se convirtió en un rasgo característico de quién era. Siempre se esforzó por hacer que los demás se sintieran incluidos y escuchados, ya sea haciéndolos reír o mostrando un interés genuino por aprender más sobre ellos. Creía que si podía marcar la diferencia para una sola persona, sería suficiente.

Las palabras que componen el nombre de KINEKS se derivan de lenguajes que describen la herencia de Jeffrey y encarnan las pasiones que tuvo en su vida y las características que lo definieron. El español es el idioma del país de su madre, Ecuador, que, afortunadamente, también resultó ser donde su padre había sido asignado por su servicio en el Cuerpo de Paz. German rinde homenaje a la familia de su padre, una larga lista de Thimgans que emigraron de Alemania y Polonia para llamar hogar a Estados Unidos. Y finalmente, las palabras japonesas representan el amor que Jeffrey había desarrollado en la última década de su vida por el humor y la belleza de la cultura que tanto había amado; su sueño era visitar Japón algún día.